La iluminación siempre se ha basado en elementos vistos. Nos referimos a las lámparas y luminarias que podemos ver en nuestra casa o en cualquier otro lugar. Lámparas de pie, lámparas colgantes en el techo, apliques de pares o lamparitas de mesita de noche. Luminarias que se colocan en un lugar u otro y que podemos ver y tocar.

En este artículo hacemos referencia a un tipo de luminarias que no se ven, que no pueden moverse de un lugar a otro y que no cuelgan del techo o deben limpiarse. Nos referimos a la iluminación invisible.

Se trata de una serie de lámparas fabricadas con yeso y escayola que tienen la particularidad de quedar completamente integradas en el ambiente. Lámparas que son engullidas literalmente por la pared o por el techo y que pasan a formar parte del entorno, como si de apéndices se tratara.

El yeso y la escayola permiten el diseño de lámparas muy variadas y extremadamente funcionales. Hemos de pensar que el yeso y la escayola pueden ser tratados con la misma pintura y acabados que una pared normal. De ese modo, podemos, todavía más, integrarlas en la decoración de la estancia.

En este artículo hacemos hincapié sobre un aplique de yeso que se instala en la pared y queda completamente engullido por ella. De este modo, conseguimos una luminaria que ofrece luz hacia abajo y que nos sirve tanto para señalizar el suelo como para bañar la pared de luz. Puedes verlo AQUÍ

Este apliques de yeso integrado puede funcionar con bombilla LED, con lo que el consumo es casi inexistente, ideal para lámparas que deben estar encendidas muchas horas.

Los apliques de yeso y escayola son poco conocidos, pero cada vez más adquieren la relevancia que merecen por su versatilidad y capacidad de integración en el ambiente. Del mismo modo que existen modelos de apliques de yeso para pared, los hay para el techo.

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