Las lámparas invisibles tienen la función de pasar completamente desapercibidas. Para ello se integran perfectamente en el entorno, paredes o techos, pasando a formar parte de los mismos.

Hasta hace poco, las lámparas de techo empotrables se limitaban a los clásicos ojos de buey o a los downlights de bajo consumo. Con la aparición de los encastrables de yeso, la iluminación adquiere una nueva dimensión. puedes verlos en este enlace

Los focos de yeso o escayola para techo se incrustan en el pladur y, después de un retoque con pintura, quedan perfectamente integrados. Al ser parte del propio techo, estas lámparas jamás pasan de moda. Su funcionamiento es exactamente el mismo que el de los ojos de buey de siempre. Si necesitamos cambiar la bombilla, lo hacemos del mismo modo.

AL ser de yeso y escayola, su precio es realmente económico. Es cierto que su instalación requiere más habilidad que un ojo de buey clásico, normalmente con la intervención de un pintor o yesero. En cualquier caso, la funcionalidad y estética de este tipo de focos de yeso empotrados, justifican lo anterior.

Para instalar un empotrable de yeso en el techo, solo debemos hacer un agujero según las indicaciones de cada referencia. Colocaremos el foco dentro del techo y lo dejaremos asentarse sobre la parte interior del pladur. La lámpara se sujetará con unas alas de metal que ya están integradas en el yeso.

Después de eso solo tendremos que rematar la junta de unión con un poco de yeso o masilla, pintar la superficie y colocar la bombilla.

Estos focos de yeso y escayola pueden funcionar con cualquier tipo de bombilla, incluyendo por supuesto las de LED.

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